"Los domingos son muy felices"

Mi madre tiene actualmente 91 años y siempre ha sido muy religiosa.  Cuando faltó mi padre hace ahora 9 años por temor dejó de ir a Misa sola los domingos o lo hacía en contadas ocasiones, cuando alguien la acompañaba. También desde entonces, cogió una cuidadora durante la semana y ella, todos los domingos sin faltar uno,  se sentaba delante de la televisión a escuchar la Santa Misa por la cadena 2, a pesar de ser en catalán y ella no entenderlo. Durante mucho tiempo todas las mañanas se levantaba a las 8 horas y paseaba arriba y abajo el pasillo de su casa rezando el Rosario para pedir a Dios y a la Virgen por su familia. Eso además le servía para bajar el azúcar en sangre, ya que desde los 50 años es diabética. Hace 2 años, tras caerse en varias ocasiones y golpes graves, le detectaron Alzheimer y quedó recluida a una silla de ruedas y a moverla con grúa. Desde entonces, también tiene una cuidadora los fines de semana.

 

Hace un año y por una mala indicación facultativa, se la estuvo medicando para el Parkinson sin tenerlo, el caso es que comenzó a deteriorarse tanto su salud que los médicos le diagnosticaron unas semanas de vida. Ahí es cuando apareció la cuidadora de los fines de semana Ludis que es el apelativo de “Luz Divina” y como tal nos llegó. Una mujer culta y muy cristiana e implicada con la Iglesia, procedente de Colombia. Ella nos sugirió que contactáramos con la Parroquia y que el párroco viniera a darle la santa unción a los enfermos, vino a dársela el padre Joaquín acompañado de  César. También en ese entonces un médico nuevo que le asistió de urgencia, le cambió totalmente la medicación, el caso es que sea como fuere, mi madre comenzó a revivir.

 

Hoy Ludis lleva sin falta todos los fines de semana a mi madre a Misa. Va en su silla de ruedas y comulga, ella siempre cuenta que amablemente el sacerdote se acerca hasta ella para darle la sagrada forma y así no tiene que llegar hasta el altar con la silla de ruedas, que es un impedimento.  En su poca memoria nos cuenta que los domingos son muy felices, gracias a una señora muy agradable que la acompaña como una buena amiga a la  Iglesia. 

 

Desde estas líneas darle las gracias a la cuidadora Ludis, al padre Joaquín y al médico Ricardo, porque ellos fueron los mediadores de Dios para que mi madre siga entre nosotros y aún dentro de extremas circunstancias, con un poco de calidad de vida.  El domingo pasado y desde las 12.30 h hasta las 16.30 h. estuvo participando de la comida y de la fiesta en la Parroquia, impensable hace un año.

 

Ángela del Castillo Alarcos

Titaguas - Valencia